¿Quién Soy?
noviembre 25, 2019 2020-08-15 21:18¿Quién Soy?
¿Quién Soy?
Mi nombre es Carmen, que en hebreo significa “jardín de Dios” aunque también se dice que tiene otros significados provenientes del latín como “música”, “canto”, poema” o “hechizo”. Quien me conoce dice que hechizo y atraigo a los bebés, así como a los animales.
Douleandote
Cuando nace una criatura, nace una madre
Soy la mayor de cinco hermanos a los que de una forma natural tuve que cuidar. Así que, desde muy pequeña conocí cuales eran las necesidades de los bebés. Aprendí que eran criaturas totalmente dependientes, cuyas necesidades eran imperiosas e impostergables. Pienso que la humanidad tiene una asignatura pendiente con la Vida ya que ni el sistema educativo, ni las universidades enseñan que los bebés tienen sus propias necesidades, que crecen muy deprisa y éstas van cambiando, que son sujetos de derecho y que la Maternidad transforma a las mujeres profundamente.
Muchos científicos saben más acerca de la mosca del vinagre que acerca de lo que son los bebés. Menos mal que la neurociencia, y cada vez más personas sensibles van poniendo un poco de luz, visibilizando estas necesidades, así como las consecuencias de ser negligentes con ellas o de mirar hacia otro lado. Ni las necesidades de los niños pequeños ni las de sus madres están precisamente contempladas en las agendas políticas de la mayoría de países.
Mi pasión por cuidar se gesta en mi infancia. Cuidaba a mis hermanos y cuidaba a los animales que mi padre solía encontrar heridos o perdidos, los domingos, en sus andanzas por el campo o que simplemente yo misma encontraba en mi camino. Veía necesidades donde otros pasaban indiferentes. He cuidado pájaros de todo tipo: lechuzas, águilas, mochuelos, tortugas, patos, gallinas, pollitos, palomas, picarazas y un largo etcétera de perros, gatos y conejos.
Ya de adolescente cuidaba a ancianos como parte de un voluntariado geriátrico que hacía en mi ciudad natal, a la vez que estudiaba. Siendo yo muy jovencita viví la experiencia del fallecimiento de una anciana, agarrada a mi mano, mientras que la acompañaba durante la noche, ya que su hija estaba trabajando, por lo que me familiaricé con la pérdida tempranamente.
A la vez cuidaba plantas. Siempre me habían interesado y por ello hice varios cursos de jardinería y de plantas medicinales cuando trabajaba. Incluso he llegado a salvar encinas de Salamanca que se querían talar para quemar y comercializar como combustible de barbacoas. Este interés por el mundo de las plantas y por la ecología me llevó a estudiar un Máster en Medioambiente, especializándome en plantaciones lineales.
Antes de finalizar mis estudios trabajaba en verano en el cuidado de niños y en turismo, grado que tengo terminado.
La llegada de mi bebé, con 37 años puso todo mi mundo patas arriba. Fui madre tardía por propia elección porque la sociedad en la que vivimos no es un lugar que apoye la maternidad, ni la infancia. Se habla mucho de infancia pero se tienen solo en cuenta las necesidades de los adultos. Puedes perder el trabajo o te degradan a un puesto de categoría inferior si osas solicitar excedencia para el cuidado de un bebé de apenas 16 semanas de vida, como fue mi caso. Una más, en este mundo desigual y adultocéntrico.
El despido improcedente y la llegada de mi hija significaron darle un nuevo rumbo a mi vida. Transformó mi modo de pensar y de estar en el mundo. Hoy sabemos que el bebé transforma el cerebro de la madre desde el primer momento del embarazo. También la madre transforma el cerebro del bebé. Hay una comunicación especial que no se puede romper y que es para siempre.
Dando el pecho durante tres años y medio pude estudiar educación infantil así como masaje infantil. A la vez, me impliqué en el voluntariado uniéndome al grupo de apoyo a la lactancia recién creado en mi Comunidad, Amagintza –Grupo de apoyo lactancia y maternidad. Llevo desde el año 1999 acompañando a madres y sus lactancias. He impartido cientos de talleres de masaje infantil.
Me capacité a lo largo de los años en lactancia materna. Organicé el primer congreso de lactancia materna que ha habido en Navarra en el año 2007 de la mano de Fedalma. En el 2008 coordiné la creación de un curso online de 250 horas sobre lactancia materna impartido por 17 profesionales y que se mantuvo durante 10 cursos académicos hasta el año 2019. Conjuntamente trabajé como educadora infantil en las Escuelas Infantiles del Gobierno de Navarra y del Ayuntamiento de Pamplona. En el 2011 me uní la iniciativa de Casas Amigas o casas nido y trabajé hasta el 2015 en un hermoso proyecto educativo que consiste en el cuidado, atención y educación de niños y niñas de 0 a 3 años en la propia casa de la educadora. El nacimiento de mi hija y este trabajo han sido las mejores experiencias de mi vida.
En el 2015 varias enfermedades crónicas me apartaron del cuidado infantil. Durante varios años ha sido imperativo ocuparme de mi salud y de mí. A pesar del desconcierto y sufrimiento inicial que esto supuso, seguí atendiendo madres como podía. Me formé como Doula, una formación no reglada que duró 9 meses. Dicha formación teórico-vivencial me hizo transitar por páramos internos. Me permitió conocerme mejor, sanar heridas y resurgir. Con las mismas ganas de siempre sigo queriendo cuidar a la diada madre-bebé en el tránsito que supone la llegada de un nuevo miembro a la vida de una familia.
Al cabo de tres años, tras el nacimiento de mi hija, tomé conciencia de que se podía dar vida de otra manera. Que a mí me habían robado mi parto. Que yo no había dado a luz sino que me habían extraído a mi bebé tras una cadena de procedimientos rutinarios, violentos, carentes de respeto hacia mi persona y hacia mi bebé como si estuvieran sacando chorizos de una maquina. Esa toma de conciencia me hizo darme cuenta de lo sola que había estado y que no había tenido información adecuada. Ninguna mujer, ninguna pareja debería sentirse así.
Estoy convencida que sólo podemos cambiar el mundo si proporcionamos un buen trato a la diada madre bebé en el momento del nacimiento y durante los primeros 1000 días de vida. Ésta es la época más sensible del ser humano donde se forma toda su estructura psicológica y su cerebro y será determinante para el resto de su vida. Quiero ayudar a las familias a encontrar las condiciones internas y externas que favorezcan una buena llegada de sus hijos e hijas a este mundo.
Esta es mi historia.
Me ha resultado difícil plasmar tantos años de vivencias. Espero al menos haberte mostrado una parte de lo que soy.