¿Por qué las madres desconocemos la importancia de LA CUARENTENA?

¿Por qué las madres desconocemos la importancia de LA CUARENTENA?

Primera toma primera mirada

Cuando nos hablan de cuarentena enseguida nos viene a la mente esa palabra aplicada a la edad de las mujeres rondando los cuarenta años o en medicina, refiriéndose a un periodo de tiempo de aislamiento de personas o animales con el fin de prevenir e impedir la propagación de alguna enfermedad, como se hacía antaño con la peste negra o para controlar la proliferación de plagas. Las cuarentenas, en tiempos de la Covid, están de moda. En el último mes, la búsqueda de esta palabra ha alcanzado su récord con 100 millones de consultas en el diccionario de la lengua española.

TIEMPO PARA APRENDER A CUIDAR, PARA CUIDARSE Y DEJARSE CUIDAR

Sin embargo, parece que esta acepción referida a la mujer que acaba de ser madre ha desaparecido del imaginario colectivo. Y es que no hace tanto tiempo, las mujeres recién paridas tenían que guardar reposo junto a sus bebés para establecer un buen flujo de leche, fluido vivo que garantizaría que esas criaturas salieran adelante y para ambos recuperarse del trabajo de parto.

Durante ese tiempo, que duraba aproximadamente seis semanas, de ahí el nombre de “La Cuarentena”-cuarenta días- los bebés practicaban la succión y perfeccionaban su técnica, ya que los bebés vienen al mundo con instintos básicos (reflejos) que les permiten sobrevivir pero precisan de un tiempo de entrenamiento para volverse expertos en la materia.

La mujer, por su parte, era cuidada por otras mujeres cercanas, bien amigas, vecinas o familiares, todas ellas mujeres con experiencia en maternidad que le ayudaban a restablecerse de la experiencia del parto y le enseñaban habilidades para cuidar a su criatura adecuadamente.  De ese modo, solían preparar caldo de pollo y comidas suaves para que recuperara su fuerza. Se ha dicho que parir equivale a una maratón de 48 horas o a una subida al Everest sin preparación previa, de modo que cuando ambos, madre y bebé terminan la faena, están muy cansados.

La sociedad actual espera que la mujer vuelva a ser la que era antes y haga las mismas cosas. Sin embargo nadie te cuenta que ya, las cosas, nunca, nunca volverán a ser como antes.  Los primeros 6 meses de vida de un bebé precisan de una gran dedicación. Los bebés son intensos. Tienen necesidades que hay que satisfacer con prontitud y que no se deben posponer.  Nosotras tenemos derecho a sentirnos cansadas y a ser cuidadas para poder dar lo mejor en esta nueva etapa. Tanto madre, como bebé necesitan adaptarse. Toda la familia necesitará adaptarse. Lo normal es que tras un parto tardemos muchos meses en re-adaptarnos. Esta sociedad no escucha las necesidades de las criaturas, ni las de las madres, ni de las familias, ni respeta los tiempos de adaptación. Los tres primeros años de vida de un bebé son años que precisan especial protección así como una legislación que permita “maternar” con dignidad, sin empobrecimiento de las familias. Niños felices, familias felices, sociedad feliz. Como sociedad nos falta mucho para poner los cuidados en el centro de todas nuestras decisiones.

Todo lo que necesita un bebé es el regazo de su madre

LAS PRIMERAS DOS HORAS DE VIDA FUNDAMENTALES PARA EL VÍNCULO Y EL ESTABLECIMIENTO DE LA LACTANCIA

En su corta vida, un bebé que inicia la transición de la vida acuática a la vida aeróbica y logra atravesar el canal del parto con la ayuda de su madre, para posteriormente agarrarse a su pecho, imprimirá en sus jóvenes células una información muy valiosa: una información de capacidad, de fuerza, de autoestima que le acompañará siempre. Habrá conseguido sobrevivir al nacimiento para posteriormente crecer y desarrollarse en condiciones óptimas.  Estas condiciones óptimas son un entorno amable que escuche al bebé y se adapte a su ritmo de de desarrollo diferenciado del de los adultos. Nacer es el primer logro, la primera conquista de todo ser vivo.

La adrenalina y la oxitocina liberadas en el parto abrirán una ventana de unas dos horas durante las cuales, si el bebé es situado desnudo, boca abajo, sobre el pecho de su madre logrará su segunda hazaña: reptar por sí mismo y prenderse del pecho de su madre.  Este es un hito importante en el desarrollo del bebé.  Esas dos primeras horas han de ser respetadas y no debe separarse al bebé de la madre si no es estrictamente necesario por razones médicas. En esas dos horas el bebé mira intensamente a su madre y busca su pecho. Es una mirada indescriptible que parece que te traspasa la piel. El corazón de madre inmediatamente se enamora de esa desconocida criatura que ha salido de su vientre.  Estar así, reposada, expectante, saturada de oxitocina y endorfinas, en un cóctel embriagador de fluidos y de amor permite que la sabia naturaleza del bebé haga lo que genéticamente tiene programado en sus células: buscar el pecho de su madre y tomar el calostro, un fluido vivo adaptado a las necesidades del bebé que en ese momento son de hidratación, alimentación e inmunización. El calostro es como un potente antibiótico natural que protegerá al bebé frente a los patógenos de su entorno, especialmente los hospitalarios. Todos los anticuerpos que la madre genere los ingiere el bebé a través del calostro. Las bacterias buenas de la madre tapizarán las mucosas del intestino del bebé, lo que impedirá la entrada de patógenos en el interior del torrente sanguíneo del bebé.  Lo único que tiene que hacer la madre es estar disponible,  dejando que fluya su leche, respondiendo a la demanda del bebé. La pareja podrá y deberá proteger ese momento sagrado, no dejando que nada ni nadie los perturbe.

Sabemos que lo primero que entra en la boca del bebé crea impronta. Si entra un chupete o una tetina dificultarán que luego se prenda correctamente al pecho, así que, evitemos usarlos. Si por circunstancias necesarias hubiera que separar a la madre del bebé, la rehidratación del bebé se hará mediante otros preparados, a falta de leche de su madre, administrandolo mediante dedo jeringa  (fingerfeeder) o cucharilla, o cualquier otro método que no interfiera posteriormente con el correcto agarre al pecho de su madre, lastimándola o rechazándola. Aquí también la pareja o el acompañante velarán para que se haga bien. La leche artificial es un medicamento que puede estar indicado, pero deberá prescribirlo un médico y no administrarse con tetinas. Las tetinas pueden perturbar y modificar los patrones de la succión.

El nacimiento fisiológico es el primer nacimiento de un bebé. Después, alrededor de los 9 meses de vida se producirá el nacimiento psicológico en el que el bebé empieza a comprender que él y su madre son dos seres diferentes y separados. Pero eso es otra historia. Ahora nos centraremos en las primeras seis semanas de vida.

CONOCERSE Y RECONOCERSE MUTUAMENTE

Mi principal recomendación para esas primeras semanas es que os deis tiempo para conoceros y reconoceros. Para ello las visitas sólo serán bienvenidas si vienen a aportar algo cubriendo las necesidades de la madre y de su bebé. Si traen comida o vienen a limpiar tendrán luz verde pero si vienen a ver lo bonito que es el bebé y a dar trabajo o lo que es peor coger al bebé y separarlo de la madre, es mejor que esperen mes y medio hasta que la pareja madre bebé estén compenetradas, se haya establecido la lactancia y el bebé esté más adaptado a su nuevo entorno.

En esas primeras semanas ha de establecerse la lactancia natural, eso significa que el bebé mediante la succión logrará que la madre produzca la cantidad de leche justa y necesaria para su vida. El bebé mediante el acceso frecuente al pecho perfeccionará la coordinación de sus estructuras oro-faciales  lo que le permitirá con el tiempo hacer ese trabajo con eficacia. La madre aprenderá posiciones y posturas en las que ella esté cómoda y que faciliten a su bebé que pueda hacer lo que viene ya biológicamente programado en sus genes.

LA LACTANCIA NO DUELE, SI DUELE BUSCA AYUDA INMEDIATAMENTE

Mi segunda recomendación es que sepas que la lactancia no duele, por lo que si hay dolor de inmediato hay que insistir a los profesionales para que entre todos se encuentre la causa.  Si los profesionales no tienen suficiente formación o no saben o no dan importancia a ese dolor, bien un grupo de apoyo, bien una mujer experimentada y formada o Doula podrán ayudarte a encontrar el motivo que produce ese dolor. Al encontrar la causa es más fácil encontrar la solución. Muchas veces basta con un cambio en la posición del bebé para solucionarlo. Otras veces se precisa de intervención médica como en el caso de un frenillo, otras veces va ser cuestión de tiempo, por ejemplo cuando la boquita es pequeña o hay una hipertonía o hipotonía o retrognatia. Mientras se resuelven las diferentes situaciones, las personas expertas te ofrecerán alternativas para lidiar con la situación, así como diferentes herramientas con el fin de reducir al máximo el dolor hasta hacerlo desaparecer. La buena noticia es que los bebés crecen muy rápido por lo que si hay discrepancias anatómicas y de tamaño, lo normal es que al cabo de mes y medio o dos se solucione.

La participación de la pareja en los cuidados del bebé es imprescindible

¿COMO SABER QUE TODO VA BIEN?

Durante la cuarentena la mujer descansará, recobrará fuerzas y aprenderá a cuidar al bebé. Si ha sido un parto duro instrumentalizado o por cesárea probablemente el tiempo de recuperación se alargue. Cuánto más mame el bebé más pronto el útero recobrará su tamaño normal. Conviene revisar el periné acudiendo a la matrona y al fisioterapeuta.

Los primeros días es normal que los bebés pierdan peso, es una pérdida fisiológica. Al cabo de los primeros 15 días recuperan el peso de nacimiento. Si pierden más del 10% es el límite de lo que se considera fisiológico. En este caso es importante sacarse leche. Habría que revisar el motivo por el que no hay una buena transferencia de leche, revisar al bebé y a la madre para como ya he dicho antes encontrar la causa. El 97% de las mujeres estamos preparadas para dar el pecho. Si queremos podemos.

Sabemos que el bebé está creciendo con normalidad porque mojará 5 o 6 pañales al día, defecará, dormirá y se despertará con frecuencia para mamar, no dejando pasar más de tres horas entre toma y toma. Es lo que llamamos lactancia a demanda del bebé. Sin embargo si el bebé no se despierta por sí mismo para mamar, la lactancia durante estas primeras semanas será a oferta de la madre.  Dejar dormir mucho a un bebé de pocas semanas no conviene. Hay que despertarlos siempre ya que succionando con frecuencia estimularán una buena producción de leche.  Los bebés mostrarán señales de hambre al agitarse y llorar y por el contrario mostrarán señales de saciedad al permanecer en calma.  Pasar de un estado de calma a un estado de insatisfacción en un abrir y cerrar de ojos es lo normal. Por eso las respuestas de los adultos a las demandas del bebé han de ser rápidas no haciendo esperar a los bebés que no tienen capacidad para posponer sus necesidades. Un bebé feliz se comunica intensamente con su madre y/o los cuidadores principales a través del movimiento, la gesticulación y el llanto, la mirada, las vocalizaciones, los ruiditos, la sonrisa y un tono corporal tranquilo.

Los bebés las primeras cuatro semanas suelen aumentar una media de 150/200 gramos a la semana. A veces más. Ésta pauta se mantiene el segundo mes e incluso el tercer mes. Luego la velocidad de crecimiento disminuye.

No conviene obsesionarse con el peso. No todos los bebés han de ir por el percentil del medio. Si tu bebé moja al menos cinco pañales al día, defeca, se le ve activo, receptivo, feliz, tiene una buena coloración de piel y una buena hidratación, te está diciendo que todo va bien. Hay que hacer siempre caso a los bebés porque sólo ellos y únicamente ellos saben lo que necesitan en cada momento.

Como mujeres debemos permitirnos conectar con nuestros instintos más básicos y animales con el fin de poder comunicarnos con nuestros hijos cuando son bebés, estando a su altura.

Y así sin darnos cuenta nos convertiremos en expertas de nuestros bebés. La pareja cuanto más tiempo pase ocupándose del bebé y participando en sus cuidados también conseguirá ser un experto, conociendo a su hijo como a sí mismo, lo que facilitará mucho la crianza.

Pongamos de nuevo de moda la cuarentena como tiempo de cuidados para la madre y el bebé.

2 Comentarios

  1. Marisa

    Me ha encantado este blog, creo que recuerda cosas muy importantes y transcendentes que, en la actualidad, se olvidan con frecuencia.

    1. Si Marisa hemos complicado mucho el proceso de embarazo y lactancia. Son procesos fisiológicos naturales y con tanto apoyarnos en lo tecnológico nos olvidamos de lo mas importante que es escuchar a nuestros bebés, atender su demanda y escucharnos a nosotras mismas, conectarnos con nuestra animalidad que es la que está a favor de la vida. Dejarnos llevar, dejarnos fluir. Buscar a personas que hayan pasado por lo mismo para confiar en el proceso y encontrar herramientas para transitarlo.

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